Llevar a cabo la gestión de un evento puede ser un proceso caótico y estresante, pero también beneficioso y gratificante, sobre todo cuando las cosas salen según lo previsto y los objetivos empresariales se alcanzan. El marketing juega un papel fundamental en la gestión no solo comunicativa del evento en cuestión, pues ayuda a conocer la situación presente, adoptar medidas para cambiar y mejorar la situación actual y comprobar los errores y aciertos a posteriori para reincidir o huir de ellos en futuros eventos.
En todo evento que se precie es imprescindible que se de visibilidad a la marca o empresa que está detrás de dicho acontecimiento. Elementos como el logotipo, los colores corporativos e incluso el claim o eslogan por el que se caracterice, deberán estar presentes. Estos elementos forman parte de la identidad corporativa que toda empresa debe tener, pues los mismos ayudan a crear una marca y posicionarte en el mercado, asicomo proyectar una imagen más profesional que ayude a insuflar credibilidad en tus clientes. Con ello, además de diferenciarte de la competencia, consigues ocupar un lugar en la mente del consumidor, que podrá reconocer tu marca e incluso llegar a fidelizarse.
Teniendo en cuenta lo anterior y retomando el tema de los eventos, para lograr que éstos sean todo un éxito, lo primero es atender a la planificación del mismo. Debemos tener en cuenta que un evento debe planificarse con al menos unos meses de antelación, aunque todo dependerá de las características y necesidades del mismo.
Para ello se hace imprescindible la redacción de una escaleta o minutado, un planning en donde se describan al detalle todas y cada una de las acciones que se sucedan en el acto, incluyendo aspectos como el día, la fecha y hora, el lugar e incluso los elementos necesarios para llevarlo a cabo (sistemas de iluminación, sonido, mobiliario…).
Tabla de contenidos
Diseño gráfico para eventos
Y para empezar a estructurar cómo se desarrollará el evento en cuestión, puedes establecer un proceso de creación que te ayude a tener claro todos y cada uno de los elementos que configurarán e intervendrán en el acto según tres etapas:
1. Etapa previa: planificación del evento empresarial
En este punto, deberemos tener en cuenta aspectos relacionados con la promoción. Así podremos establecer la estrategia de publicidad a seguir y las acciones de marketing a las que recurriremos para dar a conocer la celebración de nuestro evento.
Es el momento de atender a aspectos típicos de diseño gráfico como es la cartelería y los pósters publicitarios, que pueden ser impresos (para pegar en zonas y lugares estratégicos de la ciudad donde tenga lugar el acontecimiento) o digitales (para mostrarlos en soportes web y/o redes sociales, e incluso llevar a cabo una campaña de email marketing para informar sobre la celebración del evento a los integrantes de tu base de datos).
Otra opción a tener en cuenta son los folletos o flyers promocionales que pueden ser repartidos en puntos muy transitados de la ciudad. Dependiendo de la información y/o utilidad que tengan, éstos pueden ser sencillos a doble cara, o bien dípticos, trípticos…
Y no podemos olvidarnos de las invitaciones para los asistentes del evento, que al igual que ocurre con la cartelería, éstas pueden imprimirse y entregarse o enviarse por correo ordinario (algo poco habitual) o bien pueden mandarse por correo electrónico.
2. Estapa de desarrollo: ejecución del evento empresarial
En esta segunda etapa, es habitual contar con otro tipo de acciones y elementos identificativos que necesitan del diseño gráfico de un profesional pues son aspectos complementarios del evento en cuestión. Por ejemplo:
La señalética, es decir, los elementos indicadores de diferentes ambientes y/o zonas del evento que pueden a su vez, reforzar el ambiente festivo del acto en cuestión, además de proyectar la imagen de marca.
También podemos echar mano de otros elementos de cartelería que cumplan la misma función que la señalética como son los rollups, que pueden ser orientativos e incluso decorativos y la gente puede fotografiarse junto a ellos; las banderolas, que a la vez que cumplen una función decorativa también sirven para reforzar la imagen de marca.
Según la temática del evento, podremos echar mano de cartas de menú, bebidas, cócteles… e incluso podemos ofrecer a los asistentes del evento un programa cuando el evento sea largo y cuente con varios actos.
Y para todo tipo de eventos se hace imprescindible el diseño de entradas, pulseras de papel o plástico identificativas (que a posteriori pueden considerarse elementos de promoción de nuestra marca, una vez que terminado el evento, la persona continua llevándola). Si van a haber sorteos, necesitarás de cupones y/o fichas numeradas.
3. Etapa posterior: Finalización del evento empresarial
Aunque el acontecimiento haya llegado a su fin, en muchos de ellos se tienen en cuenta una serie de elementos que hacen las veces de publicidad y de recuerdo para los asistentes. Estos son las acciones de merchandising, que además de influir, pueden resultar útiles para tus clientes de manera que al usarlo están convirtiéndose en una especie de embajadores de marca.
Puedes entregar desde bolígrafos, blocs de notas, calendarios corporativos con fechas señaladas sobre tu empresa, camisetas… lo importante es que todo lo que des en tu evento incluya tu marca (logotipo, colores corporativos), junto con algún dato de contacto como el teléfono, una dirección de correo electrónico, una página web, iconos de redes sociales en donde esté presente tu empresa, por mencionar solo algunos.
Si gestionas eventos planifica todo el acontecimiento al detalle y evalúa todo el material que necesitarás para reforzar tu marca antes, durante y después de la celebración.